viernes, 12 de febrero de 2016

Ruta Bicentenaria


  Biblioteca Nacional
 Dirección de   Bibliotecas   Públicas
 Servicio de Información a la Comunidad
 Octubre  de 2009 año 1 N° 3
  Serie : 
LA BIBLIOTECA NACIONAL  EN      LA RUTA BICENTENARIA No 3
 Simón Rodríguez: un educador   con   ideas propias


   











Simón Rodríguez  : Un  educador con ideas propias       
 Caracas   28-10-1769;  Amotape (Perú) 28-2-1854
 Simón Rodríguez es uno de los venezolanos con más  trayectoria  creativa y visionaria en nuestra historia, su condición de hijo expósito, pese a ser  una limitación en la sociedad estamental de la colonia no le impide vislumbrarse como una de las personas más útiles de américa. Fue acogido por el cura Alejandro Carreño y de ahí que por excepción pudo formarse en el conocimiento sólo reservado a los blancos criollos.
 Su relevancia va más allá  de ser el maestro de Bolívar, por sus ideas y ejecutorias brilló con luz propia en la américa del siglo XIX. En 1791 el Cabildo lo nombra maestro de primeras letras de Caracas y pareciéndole injusto que a las niñas les estaba vedado el acceso a la educación propuso al Cabildo en 1793 que se crease una escuela para ellas, obviamente la petición fue denegada, el puesto exclusivo de las mujeres era los deberes del hogar.

    En 1794 publica su primera obra “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras de Caracas...”, donde hace una reflexión crítica sobre la educación colonial.

    En 1797 se vincula al proyecto de independencia inspirado por el pedagogo Juan Picornell en asociación con Manuel Gual y José María España, el descubrimiento de la conspiración hace que él decida irse de Venezuela y aventurarse por Europa; la prepotencia del poder, la persecución a los opositores y los desmanes de la autoridad rompen sus planes y sueños.
    Luego de una corta estadía en Jamaica y Estados Unidos,   Samuel Robinson nuevo nombre que toma, llega a Europa en 1801. Se encuentra en París con Bolívar en 1804 y de positiva manera influye en el rumbo de la vida del Libertador, presencia el juramento en el Monte Sacro de Roma  en 1805, como autodidacta aprende nuevos conocimientos y saberes en recorrido por Prusia, Alemania Polonia, Rusia e Inglaterra. Deambula por Europa, aprende varios idiomas, asimila costumbres  , recursos culturales y educacionales que luego pondrá en práctica junto con sus propias y creadoras ideas. De ese tiempo dice: “Permanecí en Europa por más de veinte años; trabajé en un laboratorio de química, en donde aprendí algunas cosas; concurrí a juntas secretas de caracter socialista... aprendí lenguas y regenté una escuela de primeras letras”.

    Regresa a américa y funda en 1824 en Bogotá una escuela-taller pero se ve obligado a desistir de su continuidad por el poco apoyo que le brindaron; en ese año sabiendo Bolívar que estaba en Bogotá le escribe una emotiva carta que da cuenta de su admiración por el maestro “Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo  he seguido el sendero que usted me señaló...” Lo invita a encontrarse con él y acompañarlo en ir haciendo las nuevas repúblicas.

    Entre 1825 y 1826 establece escuelas en Latacunga (Ecuador) de  agricultura y botánica y en Chuquisaca (Bolivia) una nueva escuela-taller. Su obra “Sociedades americanas” ve la luz en 1828 y en ella habla de la necesidad de buscar soluciones propias para  los problemas de hispanoamérica, dice: “La américa española el orijinal=orijinales han de ser sus instituciones, su gobierno”.
                                     
    En 1830 aparece su libro “El  libertador del mediodia de américa...” en el cual escribe en defensa de su discípulo  y amigo, vilipendiado por sus antiguos compañeros de armas;  ese mismo año escribe un ensayo científico ”observaciones sobre el terreno de Vincocaya”
 el cual se refiere a temas de la naturaleza, de la economía y de la sociedad.
    Para el año 1834 se establece en Chile donde regenta una escuela primaria y escribe un nuevo libro “Luces y virtudes” donde deja establecida la diferencia entre educar e instruir.  Entre 1842 y 1849 imparte enseñanza en varios establecimientos de Ecuador y Perú.
    En 1851 escribe otra obra “Consejos de amigo dados al Colegio de Latacunga”, en él dice: “Si los americanos quieren que la revolución política que el peso de las cosas ha hecho, les traiga verdaderos bienes, hagan una revolución económica y empiécenla por los campos”.

Simón Rodríguez confrontó  continuas oposiciones de sus contemporaneos con los recursos de la inteligencia, el saber y la razón; su trayectoria y pensamiento se agiganta a través del tiempo, no  sólo por la influencia que ciertamente ejerció sobre Bolívar sino también por su concepción educativa en las que combinaba el saber con lo práctico, en lo que fue un adelantado a su época.

SIC/ Oct. 09

Fuentes:
Diccionario histórico de Venezuela. Fundación Polar, Caracas 1997
Pérez E. Antonio. Se llamaba Simón Rodríguez. Edit. Distribuidora Estudios,
Caracas, s/f.
                                              
 
Servicio de Información a la Comunidad
 Sede: Biblioteca Pública  Central “Simón     Rodríguez” 
 Esq. El Conde a Carmelitas. 
P.B. frente al Hotel El Conde
    Horario:
    Lunes:  atención telefónica
    Martes a viernes 9:00 am a 5:00 pm.
    Teléfono: (0212 ) 862.1521
    Correoelectrónico:     serviciodeinformacionbn@gmail.com
Twitter:@sicbn
Facebook sic bnv 
______________________________________________________--

Biblioteca Nacional
Dirección de   Bibliotecas   Públicas
Servicio de Información a la Comunidad
Octubre  de 2009 año 1 N° 3

  Abril de 2010 año 2 N° 6


Serie :      LA BIBLIOTECA NACIONAL          

EN LA      RUTA BICENTENARIA


No 6 





19 de Abril de 1810 :

Este mes conmemoramos 200 años de la declaración de independencia. Fue una acción civil en la que se proclamó una república independiente, constituida por ciudadanos libres, republicanos que asumen tomar sus propias decisiones sin que se las impongan desde fuera.
La hazaña de la independencia ha sido siempre enmarcada en esplendores de acciones militares; ciertamente fueron casi dos décadas de enfrentamiento contra la Corona, pero los prolegómenos de nuestra independencia se gestan en acciones civiles tanto el 19 de abril como el 5 de julio.
Para fines de siglo XVIII Venezuela seguía siendo una colonia agraria, el poder político estaba en manos de la Corona española y el económico de manera hegemónica lo detentaban los blancos criollos, mantuanos o grandes cacaos y querían hacerse con el dominio en lo político; defendiendo sus intereses asumían que defendían los derechos de los nacidos en américa por lo que se enrumbaron en la búsqueda de autonomía respecto a la Corona.
Los blancos ilustrados se organizaban en tertulias que inicialmente eran literarias, luego devendrían en reuniones donde se abordaban aspectos de carácter público y político y terminarían convirtiéndose en centros activos de conspiración.
En esas reuniones se expresaban las nuevas ideas de la ilustración provenientes de europa a través de blancos criollos que viajaban a ese continente, también venidas con las mercancías que llegaban de fuera, especialmente del contrabando que se mantenía con posesiones inglesas y holandesas; este contrabando fue constante, frecuente y ciertamente provechoso para el mantuanaje criollo.
También la independencia de Estados Unidos y la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano eran elementos que iban madurando el proceso libertario. Estuvieron presentes igualmente los principios de filosofía política de los ingleses Thomas Hobbes y Jhon Locke, así como ideas provenientes de la masonería a la que estaban vinculados algunos hombres ilustres de aquel entonces.
En los criollos la preservación de sus intereses y el sentido de sus aspiraciones es la fuerza que motiva sus acciones; este grupo no resultaba monolítico en cuanto a las aspiraciones que representaban, diferencias existían acerca de la forma de gobierno a adoptarse, o en cuanto a la estructura social reinante y el tipo de república que debía entronizarse.
Los inicios de nación estaban amalgamados sobre aportaciones diversas, incluso contradictorias, en ella coincidían acciones modestas pero válidas y útiles y otras más deslumbrantes, unas y otras darían forma a esta república civilista que comenzaba a gestarse. Unos eran más principistas, otros intentaban conjugar
los ideales con las posibilidades reales; unos apegados a la
civilidad, otros donde lo primordial era alcanzar objetivos concretos. Ciertamente la propuesta inicial de independencia estuvo influenciada también por una actitud idealista en unos cuantos de sus protagonistas. Lo ideal era su “ley motiv” y en esa óptica la vinculación con la realidad estaba un tanto desdibujada, en su concreción apuntaban hacia un gobierno capaz de imponer la ley. Habían posiciones centralistas y otras federalistas, los primeros argumentaban que el pueblo no estaba preparado para gobernarse a sí mismo.
En el debate del 19 de abril se intentaba darle forma y contenido a una república naciente a partir de posiciones civilistas, quizás más orientadas por el idealismo que por un análisis de la realidad.
En la Venezuela colonial las libertades individuales eran desconocidas, como lo era también la participación de los diferentes estamentos en las formas de representación del poder; la igualdad, la justicia y la libertad no tenían metas de curso definido en la colonia, la dependencia política se armonizaba con la desigualdad social, la injusticia económica y el atraso creciente para los que formaban parte del estamento mayoritario.                                                                                            
El 19 de abril es antecedido por diversas acciones de rebeldía contra el poder político en la que participaron diferentes estamentos sociales. No pasamos de la noche de tinieblas al alba de la libertad en un solo día glorioso, hay un andar penoso donde dejan huella venezolanos y mujeres anónimas que ansiaban ser republicanos, lease libres.
En los acontecimientos del 19 de abril los pardos no participaron de manera protagónica, los blancos criollos los obviaban, ya en 1808 se había dado una conspiración de los mantuanos que termina fracasando.
El rol fundamental corresponde a los blancos criollos, familias como los Montilla, Ribas, Salias, Tovar, Ustáriz, Bolívar, Palacios y algunos nobles como el Conde de San Javier, De la Granja, el marqués del Toro y el de Mijares son apellidos representativos que hacen peso en las decisiones que se toman; Juan Germán Roscio, es uno de los ideólogos más destacados.
Ese día declaran que las provincias de Venezuela asumen su propio gobierno y estructuran un plan de acción acorde con la nueva realidad. Se elaboró y firmó un documento donde se da fe de que han cesado en sus puestos los altos funcionarios españoles que detentaban los cargos de Capitán General, Intendencia y Real Hacienda. 
El cabildo en la que, sólo había representación de los blancos criollos asume el poder político.                                                                            
Las acciones posteriores al 19 de abril fueron en orden a consolidar la autonomía de la Corona: se hicieron nuevos nombramientos militares, se invitó a las otras provincias a adherirse al movimiento, se envió comunicación a otros cabildos de américa y comenzaron a legislar sobre asuntos que eran competencia de la Corona: libertad de comercio, supresión de derecho de alcabala, extinción de impuestos de importación y exportación...
Se constituyó la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, el cual en 1808 había sido desplazado como monarca por los franceses. Diversos historiadores sostienen que la constitución de esa Junta era para guardar apariencias de legalidad y sumar personas influyentes, estaba constituída por 23 miembros y sólo José Felix Ribas actuaba en representación de los pardos.
El 27 de abril se insertó un escrito en la Gaceta de Caracas en la cual se informaba que el pueblo había depositado la suprema autoridad en el ayuntamiento de la capital; fue el inicio formal de un cambio político con una repercusión trascendental en nuestra autonomía política como nación.
Esa misma Junta, años más tarde, se negaba a admitir a Miranda en el país, aunque luego de desembarcar en La Guaira y palpando su ascendiente en la gente, cambió de postura.                                                                              
Esta naciente república, décadas más tarde, se va horadando a partir del militarismo desbordado, los continuos alzamientos, las asonadas incontables y el “quítate tú pa! ponerme yo”.
Esta óptica menos guerrerista de nuestra historia nos impulsa a una revisión más racional y menos emocional a la hora de considerar otros aspectos del proceso emancipador, diferentes a los que permanentemente se enaltecen casi en exclusividad como lo es la proeza militar.
Fuentes bibliográficas:
.-Manuel Rivero. La república en Venezuela: pasión y desencanto. Tomos I y II. Cuadernos Lagoven
Caracas, 1988
.-Salcedo Bastardo. Historia Fundamental. 8va. edición. UCV. 1979
.-Manuel Vicente Magallanes. Historia política de Venezuela. 8va. Edición. UCV. 1977
.-Cristobal Lorenzo Mendoza. 19 de abril de 1810. Academia N. de la Historia. 1960
Abril 2010

                          
                     
Servicio de Información a la Comunidad
  Sede: Biblioteca Pública  Central “Simón     Rodríguez”  Esq. El Conde a Carmelitas. P.B.
    frente al Hotel El Conde
    Horario:
    Lunes:  atención telefónica
    Martes a viernes 9:00 am a 5:00 pm.
    Teléfono: (0212 ) 862.1521
Twitter:@sicbn
Facebook sic bnv Correoelectrónico:     serviciodeinformacionbn@gmail.com
Servicio de Información a la Comunidad en su objetivo de contribuir a la preservación y difusión del patrimonio histórico y cultural Se complace en editar
 La Serie Biblioteca Nacional en la Ruta Bicentenaria
6to Número 19 de abril de 1810 : se gesta la nueva república



_______________________________________________________________________________________________________________________________-----------------















No hay comentarios:

Publicar un comentario