Tradiciones de Caracas
El Nazareno de San Pablo
Una de las tradiciones religiosas de mayor arraigo en los sectores populares de Caracas es la devoción al Nazareno de San Pablo.
Se le rinde culto desde el siglo XVII en Caracas y en el año 1674 fue consagrada la imagen, estableciéndose el miércoles santo como día especial para rendir culto al Nazareno. Se le llama de San Pablo porque su imagen estaba expuesta en la iglesia de San Pablo para su veneración, pero fue derrumbada para hacer ahí el teatro municipal y Guzmán Blanco mandó a edificar en 1881 una nueva iglesia que acogería esta apreciada imagen.
Fue tallada en Sevilla en madera de pino de Flandes y es atribuida al escultor Felipe de Ribas. Cuenta la tradición que el artesano que moldeó la figura tallada en madera puso tanto esmero en su trabajo que al terminar de esculpirlo le dijo al Nazareno:” ¿qué más te falta?” y para su sorpresa le respondió: “¿Dónde me has visto que me has hecho tan perfecto?”
Sobre el Nazareno corren multitud de consejas; una de ellas refiere que hubo una epidemia que azotó la ciudad, la sagrada imagen fue sacada en rogativa por las calles de Caracas y al pasar por las esquinas de Reducto a Miracielos, la cruz hizo caer unos limones de una mata existente en la calle, hubo devotos que recogieron limones para dar de beber a los atacados del mal, algunos de los cuales, al parecer se salvaron, por lo que sus feligreses lo atribuyeron a un milagro del Nazareno.
Nuestro eximio poeta Andrés Eloy Blanco recoge esta conseja con el conocido poema “El limonero del Señor”:
En la esquina de Miracielos
Agoniza la tradición
¿Qué mano avara cortaría
El limonero del Señor?...
El Nazareno de San Pablo
Tuvo una casa y la perdió
Y tuvo un patio y una tapia
Y un limonero y un portón
Malhaya el golpe que cortara
El limonero del Señor...
El miércoles santo se efectúa la procesión y atrae a numerosos devotos que visten túnicas moradas para pagar promesas o solicitar favores. La procesión dura unas cuatro horas y ese día el Nazareno es adornado con miles de orquídeas y cubierto con túnica morada para salir en procesión
SIC/OB. Oct.2015Fuentes: Tarifi, Terso y Natalia Ros. Caracas guía histórica artística. S/f.
Buroz, Nicolás. Estampas de la vieja Caracas. Fundación Eugenio Mendoza, 1965
Parque Los Chorros
El Parque Los Chorros estaba entre los lugares preferidos de los caraqueños para realizar paseos campestres los domingos, con el atractivo adicional de transitar por alamedas y otros parajes vegetales hasta un refrescante chapuzón en una caída de agua de casi ocho metros de altura. La primera cascada es la más grande de ahí se desprendía el gran chorrerón, cercano estaba el pozo La Maraca con una playa de arena suave delicia de los bañistas, otro chorro más adelante caía sobre una enorme laja y expandía el agua en forma de abanico, esparciendo una menuda llovizna alrededor.
Ubicado
en un terreno, en ese tiempo a las afueras de Caracas, con tupida
vegetación y abundante agua por la presencia de las quebradas Tócome
y Agua de Maíz. Cobra mayor impulso a partir de 1912 cuando se
inaugura un nuevo ramal de dos kilómetros completamente eléctrico
entre Agua de Maíz y los Dos Caminos que se extendió pocos años
después hasta la Casa Grande cerca de los pozos.
Cuando
comenzó a urbanizarse su publicidad decía: “Viva o tempere en Los
Chorros, urbanización próxima a Caracas que hoy cuenta con
carreteras, tranvías eléctricos, alamedas, fuerza eléctrica,
teléfono...la comarca goza de un clima ideal y la fertiliza agua del
río Tocome, tiene baños naturales y la temperatura es de 18 grados”
Los domingos era costumbre salir de Caracas hacia la estación del
ferrocarril central en Santa Rosa, allí se tomaba el tranvía hasta
la estación Agua de Maíz y en los Dos Caminos se hacía trasbordo
en un tranvía que conducía hasta los propios chorros, donde la
gente se bañaba, comía arepas, se refrescaba con papelón y más
allá en Sebucán se deleitaban con los famosos golfeados de los Dos
Caminos; por supuesto no existían los perros calientes ni la
coca-cola.
SIC/OB oct.2015
Fuentes: Shaell, Guillermo. Imagen y noticias de Caracas Tipografía Vargas 1958
Isidoro El Cochero
En
la Caracas de finales del siglo XIX el medio más inmediato que
utilizaban los ciudadanos para desplazarse era el coche tirado por
caballos, se hizo muy popular y había diversas paradas de cocheros
en en centro de la ciudad, así como establos hacia la periferia. Uno
de los coches más lujosos fue importado de Francia en 1891 por
encargo del presidente Andueza Palacios con ruedas macizas,
amortiguación, faroles de bronce y forrado en seda; años más tarde
quedó para carruaje en servicios de matrimonio y bautizos; con los
coches alcanzó esplendor la talabartería y las fundiciones, así
como el comercio de equinos que se ubicaba por los lados de Puente
Hierro. Isidoro Cabrera, fue ícono de los cocheros, caraqueño
de la parroquia Candelaria nacido entre las esquinas de Teñidero a
Chimborazo el 02 de enero de 1880, su progenitor también era cochero
de origen canario. La ciudad fue creciendo, piedras y adoquines se
reemplazarón por el Macadan; los tranvías y coches coexistían en
armonía porque sus rutas no eran competitivas; cuando aparecieron
los primeros automóviles se dió la batalla entre el transporte
automotriz y el de tracción a sangre. Su título de cochero data de
1911 y su punto de parada era en la cuadra de Monjas a San Francisco.
El mismo presidente Andueza después de utilizar sus servicios le
obsequió un coche; era aún la ciudad de los techos rojos, la ciudad
de los paseos en coche hacia el Paraíso, Gamboa, Candelaria o El
Calvario. Tuvo de pasajeros entre otros a Ignacio Andrade, Cipriano
Castro, Manuel Corao, Eloy Pérez, Juan E. Branger, José Gregorio
Hernández, Andrés Eloy Blanco. También fue su cliente Luis M.
Billo F. quien le compuso una de sus más escuchadas piezas
musicales: Epa Isidoro; cuenta Billo que muchas veces al salir de un
baile se encontraba en la calle el cochero a la espera de un cliente
y el saludo cariñoso era Epa Isidoro, que dió origen a la canción:
“Epa Isidoro buena broma que me echaste, el día que te marchaste,
sin acordarte de mi serenata...” Isidoro murió en Caracas el 29 de
diciembre de 1963 y su familia donó el coche al Museo del
transporte.
El periodismo en Caracas
Las primeras publicaciones impresas en Venezuela datan del siglo XIX,
transcurrieron tres siglos completos posteriores a la llegada de Colón sin que ningún impreso saliera de este territorio de la Capitanía.
El primer impreso que se publica en Venezuela es la Gazeta de Caracas que apareció el 24 de octubre de 1808, su nombre se debe a la moneda veneciana Gazzeta a cuyo precio se vendían los periódicos en esa floreciente ciudad italiana. La Gazeta de Caracas se componía de cuatro páginas a doble columna, se vendía a real y medio y se imprimía los viernes de cada semana.
Inició sus actividades como órgano de los intereses realistas, luego pasa a manos de los patriotas y tiene cabida el pensamiento emancipador con las plumas de Salias, Sanz, Iznardi, Muñoz Tebar, etc. Es decir la vida de la Gazeta en sus primeros años está signada por la alternabilidad propia de la lucha entre el despotismo y la libertad.
El Semanario de Caracas sale a la luz pública dos años más tarde el 4 de noviembre de 1811 es dirigido por José Miguel Sanz. Para la segunda década del siglo XIX se imprimen también El Publicista de Venezuela, El Patriota, Mercurio Venezolano y El Correo del Orinoco.
El Patriota fue fundado por Vicente Salias, de él se publicaron siete números; un ejemplar del número tres se encuentra en la colección de folletos venezolanos de la Universidad de Harvard.
El Mercurio Venezolano (1811) dirigido por Iznardi, algunos ejemplares se encuentran en el Archivo General de Indias.
El Publicista de Venezuela creado por la Asamblea Constituyente de 1811 se publicó como primer diario de debates. En el segundo número se encuentra impresa el Acta de Independencia y está fechado el 11 de julio de 1811.
El Correo del Orinoco. Es la voz de la emancipación llevada a las tierras de Guayana, fundado en julio de 1818 colaboraron Bolívar, Roscío, Zea y Palacios Fajardo.
El diarismo en Venezuela (edición diaria) como primicia cronológica corresponde al
"Diario de Avisos”(1837) que comenzó a ser editado en la imprenta de Tomás Antero, de circulación diaria con excepción de los feriados. Era diario en Caracas y semanario en la provincia, fue vendido a pregón y daba cabida a los sucesos en Europa
SIC/OB oct. 15 Fuentes: El periodismo en Caracas. 1808-1864. Caracas , publicaciones de la secretaría, 1964
Parque Ezequiel Zamora
( Antiguo El Calvario)
( Antiguo El Calvario)
Es una de las obras hechas durante la gestión de Guzmán Blanco muy visitado a finales del siglo XIX y primeras décadas del XX. Su construcción inicial data de 1873 con motivo del centenario del nacimiento del Libertador, se encargó de la obra a unos paisajistas franceses para hacer un jardín botánico y paseo en esa colina que llamaban El Calvario. Guzmán se hizo erigir su propia estatua que el pueblo bautizó con el nombre del Manganzón. Se edificó también en el año 1885 la capilla de Lourdes para reemplazar la ermita construída cien años antes. Un años después fue construido el viaducto Unión entre Pagüita y El Calvario. El Arco de la Federación se construyó en 1895 obra de los arquitectos José Hurtado y A. Chataing, en esa misma época se hace el túnel. Dispersas por el Paseo se encuentran varias estatuas de personas notorias como Colón, Teresa Carreño, Simón Rodríguez, Agustín Codazzi, Pedro Elías Gutiérrez y de Simón Bolívar esta última erigida por la colonia Siria .en 1911. En sus espacios se encuentra igualmente el Museo Ornitológico con muestras de aves venezolanas y estimulando la conservación de la fauna existía un gran nicho donde los muchachos depositaban sus chinas, hondas, en los años cuarenta y cincuenta.. Igualmente se encuentra el observatorio Cajigal construido en 1894. Sus escalinatas son de lo más vistoso, hechas en 1898, se muestran como referencia del Parque. En 2010 se le cambió oficialmente el nombre para denominarlo Parque Ezequiel Zamora
SIC/OB oct 15
Fuentes: Veloso, José. La Caracas de aquellos tiempos. Caracas 1976
Tarifi, Terso y Natalio Rosi. Caracas guía histórica artística. S/f.
Plantación del Café en Venezuela
El café originario de Abisinia (Africa) es traído por los misioneros a territorio venezolano hacia 1730-1732; de Francia llegó a Guadalupe en 1720 y de allí a Cayena en 1723. En nuestro país fue sembrado por el padre Gumilla S.J. a orillas del Orinoco.
En el valle de Caracas se comienza a sembrar en 1783 en las estancias de Blandín, San Felipe y La Floresta en Chacao pertenecientes al señor Blandín y los curas Sojo y Mohedano, estas plantaciones crecían a la sombra de bucares. Inicialmente importan unos 6000 arbolitos en 1784 los cuales sucumben, luego el Sr. Blandín y los dos curas establecen un semillero, una vez germinada la transplantan y al cabo de unos años dan frutos.
Café y música van de la mano porque estos tres personajes son aficionados a la música y los domingos organizaban tertulias en sus haciendas con vecinos y amigos.
Con la plantación de café Chacao empieza a tomar más notoriedad y a poblarse a tan punto que se erige en parroquia en 1769. Recogida la primera cosecha se hace una ceremonia especial de música y comida para la degustación del primer café caraqueño. Para principios de siglo XIX el café había desplazado al cacao como primer producto de exportación en Venezuela.
El café tiene una vida fascinante mezcla de leyenda e historia, de misterio, fantasía y realidad, es la infusión aromática más generalizada en el mundo. El primer establecimiento en ofrecerlo para la venta al público se abrió en Estambul en 1554
SIC/OB oct.15Fuente: Rojas Aristires, Crónicas de Caracas. Edit. FUNDARTE, 1994
La imprenta en Caracas
La primera imprenta que se instala en las colonias americanas data del año 1539 en el Virreinato de México y corresponde al impresor Juan Cromberger de Sevilla. 37 años más tarde en 1576 llega la imprenta al Virreinato de Perú y es instalada en Lima por Antonio Ricardo.
A Venezuela por ser una colonia de segunda categoría como Capitanía General llega la imprenta 269 años después; casi tres siglos de retraso que hicieron mella en la cultura venezolana; hecho similar ocurrió con la creación de las universidades.
La primera imprenta que intentó llegar a Venezuela vino a bordo del “Leandro” en 1806, traída por Miranda en la expedición que arribó a la Vela de Coro, como ésta fracasó la imprenta fue a parar a Trinidad, isla ya en manos inglesas desde 1797;dos años más tarde los ingleses Mateo Gallanger y Jaime Lamb la compraron y la instalaron en Caracas, muy cerca de la esquina de La Torre.
La primera publicación que se hace es la Gazeta de Caracas el 24 de octubre de 1808; en esos años iniciales de la lucha independentista la Gazeta pasaba de los realistas a los patriotas y viceversa. El primer libro impreso en el país es la Guía de forasteros en 1810, de este libro solo se encuentra un ejemplar en el Museo Británico.
Cabe destacar al respecto el comentario escrito por Alejandro Humboldt: “Cuando se
recuerda que en los Estados Unidos de la América del Norte, se publican periódicos en pequeñas ciudades de 3000 habitantes, se sorprende uno al saber que Caracas, con una población de 40 o 50000 almas no tuvo imprenta antes de 1806” (Alejandro Humboldt: Caracas en 1810. Tomado de Crónicas de Caracas, octubre 1952 N.12 pp 5-17 )
SIC/OB oct 15
Fuentes: Troconis, Emilia. Caracas . Edit. Grijalbo. 1992
El periodismo en Caracas: 1808-1864. Publicaciones de la Secretaría General, 1964
Parque Los Caobos
Inicialmente en los actuales terrenos del Parque estaba ubicada la hacienda La Guía en el siglo XIX más tarde pasaría a llamarse La Industrial propiedad del señor Mosquera. En dicha hacienda se hospedó Pablo Morillo máximo jefe de las fuerzas realistas en los inicios de la independencia. Cuando la hacienda pasa a manos de Mosquera le siembra caobos, para utilizarlos de sombra en el cultivo del café. Desaparecieron los cafetos y quedaron los caobos que se convirtieron en una bóveda de verdor, utilizándose como paseo y esparcimiento para los caraqueños. En 1920 fue convertida en parque y recibió el nombre oficial de Sucre, aunque siempre se le ha conocido como parque Los Caobos. Con la llegada del automóvil el terreno fue utilizado como práctica de manejo; más tarde los estudiantes en época de exámenes lo utilizaban para repasar sus lecciones, luego se erigió un parque infantil y en los años finales de los cincuenta y principios de los sesenta del siglo XX, se hizo costumbre las patinatas en las madrugadas de diciembre, luego de las tradicionales misas de aguinaldo. A la entrada este del parque y esculpida en mármol blanco de Carrara se exhibe la estatua de Teresa de la Parra obra de Carmen Cecilia Caballero. La Fuente Venezuela es una de las obras más resaltantes del parque hecha por Ernesto Maragall, en ella están esculpidas figuras humanas que representan las distintas regiones del país. Esta fuente originalmente estaba en la Plaza Venezuela y a comienzos de los sesenta se traslada al interior del parque.
SIC/OB oct 15
Fuentes: Shaell, Graciela. Estampas caraqueñas. Concejo Municipal DF. 1975
Shaell, Guillermo. La ciudad que no vuelve. 1968
Primeras Salas de Cine en Caracas
Los inicios del cine en Venezuela se remontan al 11 de julio de 1896 cuando en Maracaibo es proyectada la primera película a través de un Vitascopio de Edison, adquirido por Luis Méndez en Nueva York. Los primeros títulos filmados en Venezuela fueron: Célebre especialista sacando muelas y Muchachos bañándose en la Laguna de Maracaibo, ambas estrenadas el 28 de enero de 1897 en el Teatro Baralt de Maracaibo. En la Caracas de las dos primeras décadas del siglo XX habían funciones paralelas entre teatro y cine y todas estas funciones ocurrían en las inmediaciones de la Plaza Bolívar, centro de las actividades políticas, comerciales, religiosas y de entretenimiento. Los primeros teatros que se crearon para proyectar películas fueron:
Teatro Ayacucho 19-12- 1925. Primer edificio para exhibir películas, con una capacidad para 1600 espectadores; la arquitectura es de Alejandro Chataing y se inauguró con la película La mujer que pecó en combinación con un Vanderville.Frente a la actual Asamblea Nacional. El edificio existe todavía.
Teatro El Dorado 5-1- 1929. Surgió como consecuencia del desarrollo de la urbanización El Conde y San Agustín del Norte. Era de arquitectura Art-Deco; Nantas fue la primera película exhibida.
Teatro Pimentel 11 -5- 1930 ubicado de Pájaro a Peinero, de estilo Art-Deco; a la muerte de Gómez el teatro es saqueado y reinaugurado con el nombre de Teatro Coliseo. Demolido en 1949 para darle paso a la Avda. Bolívar.
Teatro Principal 18 -4- 1931 Es de estilo clásico, su arquitecto Gustavo Wallis, ubicado en la esquina noroeste de la Plaza Bolívar. Remodelado en los años cincuenta, en su distribución había patio, balcón, palco y galería. En él se presentó Carlos Gardel en 1935; a principios de la década del 2010 fue remodelado nuevamente.
Teatro Caracas 11-12-1932 Primer teatro construido fuera del centro de la ciudad, su arquitecto amadeo “Quelart, se estrenó con la película Mata Hari interpretada por Greta Garbo. Fue demolido en 1978.
Teatro Continental 11-1- 1936. La Sala más grande de Caracas con capacidad para 1910 espectadores, ubicado cerca del Teatro Ayacucho, es remodelado en el año 1942 por Carlos Guinand. Primera película exhibida Las cruzadas.
Teatro Avila 24-2- 1939 . Era el más moderno de la época, arquitecto Rafael Bergamin, película de estreno El gran Vals. Al año siguiente el 12-9-1940 se estrenó la famosa película Lo que el viento se llevó.
Autoteatro Los Chaguaramos. Pionero en su estilo, se podía ir vestido deportivamente, ver la película desde el automóvil, conversar o estar en la intimidad con su pareja.
Teatro Ayacucho |
Teatro Principal |
SIC/OB nov 15
Fuentes: Sidorkous, Nicolás.Los cines de Caracas.Armitano Editores, 1994
Puentes de Caracas
Caracas creció inicialmente a partir de sus límites naturales, traspasarlos implicaba sortear quebradas para facilitar los accesos. Se hace referencia a los puentes más conocidos, sin que se implique un orden cronológico.
Puente de Carlos III Es uno de los pocos vestigios de la Colonia en Caracas,
entre las esquinas de dos Pilitas y Portillo en La Pastora: hay una placa conmemorativa que dice fue concluido el 31- 3- 1786 bajo el reinado de Carlos III.
Puente de Curamichate. Facilitaba la comunicación hacia El Valle, puente rodeado de pilastras está dividido en dos partes y a ambos lados se ofrecen asientos a los transeúntes.
Puente Hierro. Inaugurado el 5 de julio de 1875 al extremo sur de la calle Ustáriz, fue el primer paso para carruajes que se construyó sobre el Guaire, llamado puente de La Regeneración, la primera estructura fue destruida por una crecida del Guaire en 1892.
Puente Guanábano. Ubicado al norte de la ciudad, originalmente construido con tablones, facilitaba el acceso a San José del Ávila y al Cementerio de los Hijos de Dios; su construcción más estable data de 1884 y era el más elevado sobre la quebrada de Catuche, utilizado por las personas para acabar con su vida, en razón a la altura del puente.
Puente Dolores. Construido para pasar El Guaire hacia la urbanización El Paraíso, rodeado de esbeltos sauces, lo cruzaban de paseo en coche.
Puente El Viaducto. Para su tiempo considerado como una de las más atrevidas obras de ingeniería, hecho en tiempo de Joaquín Crespo, unía El Calvario con Pagüita pasando sobre Caño Amarillo.
Puente Ayacucho. Inaugurado en 1924 con motivo del centenario de la Batalla de Ayacucho, comunicaba la parroquia San Juan con la Avda. El Ejército en el Paraíso.
Puente 19 de Diciembre. Construido por el Ingeniero H. Stelling, inaugurado en 1911, comunica la parroquia San Juan con el Paraiso.
Puente 19 de Diciembre. Construido por el Ingeniero H. Stelling, inaugurado en 1911, comunica la parroquia San Juan con el Paraiso.
Puente Anauco. Ubicado en la parroquia Candelaria, para traspasar la quebrada Anauco , hecho con un arqueado colonial. Todavía existe.
SIC/OB Nov.15Fuentes:Shaell, Guillermo. La ciudad que no vuelve, 1968.
Puente Carlos III |
Puente Anauco |
El Samán de Catuche
El Samán de Catuche o de la Trinidad fue sembrado por Domingo Infante, alarife del primer templo hacia fines de 1700; él mismo comenzó a construir el puente sobre la quebrada de Catuche, unía la calle que venía de la Catedral con la iglesia de La Trinidad.
También recibió el nombre de “Árbol del Buen Pastor”, personajes como Baralt, Bello, A. Rojas, Calcaño escribieron loas sobre el conocido samán.
Entre sus vecinos célebres se pueden mencionar a Humboldt y Bompland quienes a comienzos de 1800 se hospedaron en sus cercanías., en una casa ubicada en la esquina de La Cruz del puente La Trinidad.
Bello refiriéndose al árbol del Buen Pastor escribía: “Me he criado a la sombra del inolvidable samán...”, su casa quedaba cerca del puente y bajo sus sombras se reunía con Ustariz, Álamo y otros próceres que precedieron la revolución de 1810. Según algunos historiadores Andrés Bello daba lecciones al joven Bolívar bajo la sombra de sus ramas.
SIC/OB. Nov.15 Fuentes: El samán de la Trinidad o Samán de Bello.. Edit. Casa de Bello. 1981
Buróz, Nicolás. Estampas de la vieja Caracas. Fund. Eugenio Mendoza. 1965
Mercado San Jacinto
Antes de 1873 la Plaza Bolívar no existía y se le denominaba como plaza mayor, plaza del mercado en la cual existían unas arcadas y la gente se concentraba para adquirir los productos de la cocina. En la Caracas de la colonia la gente utilizaba la plaza mayor, la de Altagracia y la de San Pablo como lugares de mercado. Guzmán Blanco lo elimina y lo traslada en las cercanías a la que hoy se conoce como Plaza San Jacinto o Plaza del Venezolano.
En San Jacinto existía un convento de padres dominicos, que fue demolido para construir el nuevo mercado de Caracas, con los trabajos de remodelación que se harían en la plaza mayor para erigir en el mismo lugar la nueva plaza Bolívar.
Frente al mercado de San Jacinto estaba un reloj de piedra erigido en 1803, algunos sostienen que fue donado por Alejandro Humboldt, a este sitio acudían los caraqueños los domingos a proveerse de alimentos y verduras frescas. En la parte interna del mercado estaban los puestos de frutería, la pesa, hortalizas y luego la playa en las afueras donde se apostaban los más diversos oficios que se prestaban a los marchantes: amoladores de cuchillos, amarre de burros, botiquines donde vendían licores, vendedores de pájaros, etc.
Como mercado va languideciendo hasta cerrarse definitivamente en 1953. Con motivo del cuatricentenario de Caracas en 1967 y por iniciativa de Álvaro Páez Pumar fue remodelada como plaza, se colocan unas fuentes y es puesto nuevamente el reloj de sol.
SIC/OB oct 15 Fuentes: Veloso, José. La Caracas de aquellos tiempos. 1976
Buroz, Nicolás. Estampas de la vieja Caracas. Fund. Eugenio Mendoza. 1965
El Avila: Icono de Caracas Parque Nacional Warairarepano
El Ávila es un ícono de nuestra ciudad, a un turista le preguntaron alguna vez que era lo que más le gustaba de Caracas y rápidamente respondió: su montaña.
Su variable luminosidad ha encantado a pintores, poetas, ambientalistas y amantes de las caminatas; a los pies de esta hermosa montaña, pintada por Cabré vivían los Toromaimas.
El primero que hace una ascensión y lo publica es Alejandro Humboldt en 1800:
“El camino que conduce por el Ávila del puerto a Caracas, se parece al paso de los Alpes, a los caminos del San Gotardo y del gran San Bernardo, goza de la frescura de la primavera y de una temperatura que de noche baja a los 12 grados”
La primera referencia que se tiene escrita del cerro de Avila data de 1774 en las actas municipales del Cabildo de Caracas (Crónica de Caracas N. 88 p.24). Es de hacer constar que los toromaimas, primeros vecinos de la comarca al pie del cerro lo llamaban “Guaraira Repano”.
Para finales de siglo XVIII parte de los terrenos de la montaña era de Don Juan de Ávila, en algún momento este señor Ávila se apropió de los terrenos entre el Alto de Papelón hasta la cumbre; había desde tiempo de la monarquía cédulas reales que daban facilidades para legalizar la invasión de tierras baldías con supuestos fines agrícolas. Por esa relación fue como la gente se fue refiriendo a la cumbre más próxima a la pequeña Caracas de entonces como cerro de Ávila.
Al morir Juan de Ávila, por cierto, casado con una de las hijas de Juan Francisco León, las tierras pasaron a sus herederos mediante petición hecha en 1796; su límites eran: por el este la quebrada de Chacaito, por el poniente las Barrancas a la altura de Papelón, al norte con el alto lomo del cerro donde se avista el mar y en el sur los linderos del poblamiento de Caracas.
Otro de los escaladores que ascendieron al Ávila fue Juan Manuel Cajigal en 1833, para hacer estudios sobre la flora.
Fue declarado Parque Nacional el 18 de diciembre de 1958. El nombre con el cual se le conoce actualmente fue designado por el Presidente Hugo Chávez el 7 de mayo de 2011 a través del decreto Nº 7.388 publicado en Gaceta Oficial Nº 39.419, donde queda estipulado el cambio del nombre Parque Nacional El Ávila a Parque Nacional Waraira Repano.
SIC/OB nov 15
Fuentes: Manara, Bruno: Biografía de una montaña. Edit. Monte Avila, 1998
Montenegro, Ernesto. El Ávila primera ordenanza conservacionista, 1999
Crónicas de Caracas, N. 88, Julio 1997-1998
Inicios del Ferrocarril
El ferrocarril como proyecto en el país data del año 1825 cuando Robert Stephenson, hijo del inventor de la locomotora, visitó Venezuela e hizo los estudios sobre factibilidad de construcción de una vía férrea entre el puerto de La Guaira y Caracas .
En el año 1835 se inicia la construcción del primer tramo ferrocarrilero para transportar el cobre de las minas de Aroa hasta el puerto de Tucacas (Falcón), pero surgen diversas dificultades y la construcción se paraliza definitivamente; en las siguientes cuatro décadas hay nuevos proyectos pero ninguno llega a felíz término.La primera vía férrea que se hace realidad corresponde al ferrocarril Caracas – La Guaira donde se emplean cerca de 2000 trabajadores por un consorcio inglés y es inaugurado el 25 de julio de 1883.
Para 1887 se inicia la construcción del gran ferrocarril de Venezuela o ferrocarril alemán entre Caracas y Valencia, es concluído en 1894 con 178 kilómetros su recorrido lo hacía en unas siete horas a 20 km por hora. Entre las estaciones más conocidas del ferrocarril Caracas- Los Teques- Valencia estaba la del Encanto embellecida por el Sr. Necker quien sembró centenares de pino en 1898, ahí entre cascadas y pequeños embalses construyó kioscos, dió más verdor al ambiente y fomentó excursiones. Todavía a principios del siglo XX se podía ir al Valle en tren, salía con dos vagones desde el Portachuelo, hacía una pequeña escala en el Rincón del Valle (hoy Prado María) para luego seguir a Los Rosales hasta un lugar llamado La Bandera, nombre este porque había un paso a nivel con la carretera. Otros ferrocarriles existentes a principios del siglo XX: Encontrados -La Fria 120 km., Puerto Cabello – Valencia 54.7 km., Tucacas- Barquisimeto 163.2 km., Carenero – El Guapo 54,5 km., La Ceiba- Motatán 81.3 km., y Santa Bárbara – El Vigía 60 km.
SIC/OB oct 2015
Fuentes: Shaell, Guillermo. La ciudad que no duerme. Caracas 1968
García de la Concha, José. Reminiscencias. Caracas, 1962
Rojas Reinaldo: Entre rieles: historia del ferrocarril en Venezuela, Ediciones Moon, 2014
Las
Bejarano
y
sus
tortas
Magdalena,
Eduvigis
y
Belén
eran
unas
hermanas
pardas
en
tiempos
de
la
colonia
que
vendían
sus
granjerías
en
el
mercado
de
San
Jacinto.
Sus
deliciosas
tortas
eran
muy
solicitadas
por
los
caraqueños
que
acudían
al
mercado
a
comprar
sus
productos
para
la
cocina
y
se
fueron
haciendo
tan
populares
y
demandadas
sus
exquisiteces que
las
familias
más
pudientes
en
ocasión
de
celebraciones
especiales
contrataban
la
granjería
hecha
por
las
Bejarano.
Diversas
dulcerías
con
agradables
sabores
salían
de
sus
manos
pero
la
que
se
hizo
más
conocida
era
la
popular
torta
Bejarano
en
la
que
se
empleaban
plátano maduro,
queso
blanco
rallado,
mantequilla,
pan
de
horno,
papelón,
bizcocho
de
manteca,
clavo
de
especia
y
ajonjolí.
A
punta
de
sudor
y
trabajo
fueron
incrementando
sus
ganancias
de
tal
forma
que
importaban
de
España
semillas,
especias
y
esencias
que
utilizaban
en
la
granjería;
sus
ganancias
también
sirvieron
para
cambiar
su
condición
de
clase
mediante
la
cancelación
de
un
tributo
monetario.
Para
finales
de
siglo
XVIII
la
Corona
Española
pasaba
por
una
situación
de
penuria
económica
por
lo
que
decidieron
vender
a
mejor
postor
títulos
nobiliarios,
cambios
en
la
condición
de
clase
y
acceso
a
la
universidad
lo
cual
no
resultó
del
agrado
de
los
blancos
criollos
nacidos
en
territorios
americanos,
porque
eso
los
rebajaría
en
su
condición
social
y
los
igualaría
con
las
castas
más
bajas.
La
disposición
es
emitida
en
1795
por
el
Rey
Carlos
IV
y
se
llamó
Real
Cédula
de
Gracias
al
Sacar.
Las
Bejarano
cancelaron
cada
una
500
reales
de
vellón
para
dispensarles
su
condición
de
pardas.
Es
bueno
recordar
que
también
el
prestigioso
prócer
pardo
Juan
Germán
Roscio
pudo
colegiarse
como
abogado
en
1805
tras
una
década
de
pleitos
porque
su
mamá
y
abuela
eran
indias.
SIC/OB
oct15
Fuente:
Shaell,
Graciela.
Estampas
caraqueñas.
Concejo
Municipal
DF,
1975